Dame Diosito un momento,
un momento más de vida…
Déjame soñar más tiempo,
y recordar el primer encuentro,
de mis ojos con su sonrisa.
Te pido me tengas piedad,
y me des un último suspiro
de poder volverla a soñar,
y volver a ver el deleite fugaz
De sus ojos viendo los míos…
Te pido, por compasión,
tan sólo un minuto más.
Déjame creer, ¡oh, Dios!,
Que es mío todo su amor,
y que ella no se fue jamás.
Dame, ¡oh Todopoderoso!,
una gota de tu gran poder.
¡Nada más dame sus ojos,
para creer que yo soy su todo,
y que ella jamás se fue!…
Cuando se descubre la magia de la vida, esa magia misma que nos hace soñar, llegamos a recónditos manantiales de belleza, fantasía e ilusión. Nadie, jamás, pudo nunca eliminar esa fuente eterna de la "juventud, divino tesoro" y nadie, nunca, podrá quitarnos ese legado de Amor que hemos heredado, esas fragancias que ha dejado el Amor en nuestro paso, porque, pues, el Amor es algo más...
Páginas
Recorriendo la Poesía
"No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía."
Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer
No hay comentarios:
Publicar un comentario