Recorriendo la Poesía

"No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía."
Gustavo Adolfo Bécquer



miércoles, 28 de julio de 2010

La magia del Arte

¿Amar o Amarte?
¿Existe diferencia?
Sí, difiere en la ausencia
de la magia del Arte…

¿Besar o Besarte?
¿Es algo diferente?
Sí, en uno está presente
la magia del Arte…

¿Soñar o Soñarte?
¿Hay desigualdad?
Sí, pues no hay beldad
sin la magia del Arte…

¿Pensar o Pensarte?
¿Es, pues, desemejante?
Sí, pues difiere bastante
en la magia del Arte…

¿Cantar o Cantarte?
¿Es alguna mejor?
Sí lo es, pues amor,
por la magia del Arte…

Es así que, niña bella,
anhelo Amarte, no Amar;
Besarte, no solo besar;
pues tú, linda Estrella,
tienes una Beldad aparte...
porque brillas mucho más,
y difieres de las demás,
por la magia tu Arte...

lunes, 26 de julio de 2010

Así es el Amor...

Soñar cada día
Al compás de la vida
Por creer que lo sueños
Se hacen realidad…
Pensar ser los dueños
De la primavera,
Dulce y placentera,
De la eternidad.

Cantarle baladas
al misterio del Alma
por, así, ilusionarse
con otro sentimiento;
Quererse, Besarse,
con nuevo panorama,
prender fuego a la llama,
prenderle a fuego lento.

Vivir en otro mundo
Ajeno y excluso,
Con fuerzas superiores
A las del mismo mar…
Creer que los colores
Son una misma magia,
Como quien presagia
El arte de amar.

Pensar al corazón
cual fuerza superior,
tan grande como el cielo
que ni en el cielo cabe…
Tener todo el consuelo
del sol y su calor…
Así es el Amor,
quien lo probó, lo sabe.

sábado, 24 de julio de 2010

¿Dónde estás?

Dime, ¿dónde estás Luna?
Ella se fue y no regresa;
Yo he perdido tu fortuna,
Y he perdido su belleza.

Dime, ¿dónde estás Viento?
Me ha dejado, yo lo sé,
Sólo se fue, y ya no te siento,
Dime viento, ¿Qué haré?

Dime, ¿dónde estás Estrella?
Tú que alumbras mi camino,
Te fuiste con su belleza,
Ella se fue con mi destino.

Dime, ¿dónde estás Lucero?
Que opacaste en su partida,
No me quiere, yo la quiero,
Pero ya no esta en mi vida.

Dime, ¿dónde estás Mar?
Si tus cantos ya no escucho,
Ella me dejó de amar,
Y, con mi pesar, yo lucho.

Dime, ¿dónde estás Amor?
Que me dejaste en pobreza,
Y te llevaste, sin rencor,
A mi adorable Princesa.

Tu música, mi poesía

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Canta el céfiro Musical;
Por tu Música he nacido,
Música de Alma Inmortal.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Baila la escala en el viento;
Escala que le da sentido
Al Corazón y al Sentimiento.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Resuenan las Voces Hermosas;
Ponen Nombre y Apellido
A las Princesas Preciosas.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Grito sensato y con calma;
Con la ayuda de Cupido
Podrá expresarse mi Alma.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Te canto a ti, mi Princesa;
Y con las Notas, a tu oído,
Llevaré mi Amor y Belleza:

Do; por tu Donosura
Y por ser Doncella Dorada;
Que me Dona de su Dulzura,
Y del Donaire de su Mirada.

Re; por todo el Regocijo
Que Realza en tus Reacciones;
Y también por el Revoltijo,
Que Reanima todas mis razones.

Mi; por ese Misterio fugaz
Que Miro en tu Mirada;
Y por ser la Miel más voraz,
Y el Milagro de ser mi Adorada.

Fa; por aquella Fascinante
Facción que hay en tu Faz;
Y por tu Fabuloso semblante,
Que te Favorece aún más.

Sol; de esa Solidaridad
Que Solventa tu esplendidez
y, deshaciendo mi Soledad,
Pone el Sol a mis pies.

La; pues tu eres La mejor,
Y de mis Labios la Ladrona;
Cuya Largueza de tu Amor
Me hace Latir y me apasiona.

Si; por esa Simpleza duradera
Que Simboliza tu Simpatía;
Y por ser Siempre Sincera
Que, Simplemente, alumbra mi día.

Do; pues Doquiera que esté,
Donaré palabras al Viento;
Y, cual Don Quijote, soñaré
Que me Dones de tu sentimiento.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Eres mi mejor Canción,
Eres mi Son preferido,
Eres toda mi Ilusión.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Tu Música es mi Poesía;
Las Notas de tu Ser Imbatido
Crean una Bella Armonía

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Trina el majestuoso Ruiseñor;
Y así trina, latido a latido,
El cántico de este Amor.

No necesito más Musicalidad
De la que tú me puedes dar;
Eres perfecta, y tu Beldad,
Ningún Músico podrá robar.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
la Música que más me mueve;
el más perfecto Sonido,
que me Acaricia y Conmueve.

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do,
Tu Voz resuena en el Viento;
Así, susurrando a mi Oído
La Música de mi Sentimiento.

Soneto IV

¡Ay Amor! ¡Eres tan Ciego!
¿No ves que pinto los días
Para derramar mis poesías,
Y así, mi Alma le entrego?

¡Ay Amor! ¡Eres tan Sordo!
¿No oyes cada mañana
mi serenata a su ventana,
y los cánticos que le bordo?

¡Si pudieras, Amor, sólo notar
Que hay en mi corazón vacío
Tanto Amor que le puedo dar!

¡Así, sacar este lamento sombrío;
Para que yo la pueda enamorar,
y robar su corazón que robó el mío!

Soneto III

Bajaban una a una cada estrella
Aquella noche dulce y menguante;
Un lucero en la luna tan brillante
Admiraba tu sonrisa pura y bella.

Pasaba un cometa cual centella,
Dando Amor y Poesía radiante…
Noche clara, pureza deslumbrante,
Habitaba tu faz, que amor destella.

Y pasó… tan rápido - ¡Fue un instante!
Que deslumbró esa luz mi desconsuelo;
Dejando de nuevo silencio inquietante.

¡Se fue! Dejando una ilusión y un anhelo;
Abriendo un horizonte casi distante…
Que revistió un tiempo el gris del cielo.

Soneto II

Duele el Amor sin ser Amado -
dar Amor sin corresponder;
Duele además, Amar sin poder
Amar al Amor más Enamorado.

¡Ay Amor de Amar cansado!,
¿Porqué Amar sin dar Amor?
Si Amor no Amado es dolor:
¡Ay dolor de no ser Amado!

Por Amarte Amor - ¡Vivo sufriendo!
Por ese Amor que no me Ama
Y por ir Amando sin ir recibiendo...

Al Amar, Amor - ¿Muere la llama?
Pues el Amor de Amar viene doliendo
Desde que crece el Amor y se derrama.

¿Será que fuiste mía en otra vida?

¿Será que fuiste mía en otra vida?
¿Será que en otra vida fuiste mía?
Si tu pura sonrisa me es conocida
Y tus ojos dan luz que yo ya tenía.

¿Será que en otra vida fuiste mía?
Creo conocer todas tus ilusiones;
Y si te escribo y dedico una poesía,
Se hacen uno nuestros corazones.

¿Será que fuiste mía en otra vida?
Si al ver tu faz, sé cómo es tenerte;
Y el índigo de tus ojos no se olvida
Y tu dulce voz no la calla la muerte.

¿Será que en otra vida fuiste mía?
Si aunque hoy no estés a mi lado,
Sé que te amé y enamoré algún día…
Y simplemente no se borra el pasado.

¿Será que fuiste mía en otra vida?
Ese será el misterio en mi vida futura…
Porque un amor eterno nunca liquida;
Porque un amor verdadero no se cura.

¿Será que en otra vida fuiste mía?
Sería tan lindo tenerte enseguida;
Y en una nueva vida, me preguntaría:
¿Será que fuiste mía en otra vida?

Has de ser mía

Porque nada es de nadie en este mundo
Si no hay amor de por medio;
Porque no existe amor tan profundo
Que no tenga ningún remedio.

Porque una gran obsesión se confunde
Con el fulgor de la Estrella del Amor.
Porque un gran Amor, Amor infunde,
En las víctimas de su resplandor.

Por eso y mucho más, niña linda,
Debes preguntarte abiertamente:
¿Es Amor puro lo que él te brinda
O sólo una obsesión que él siente?

Por eso y mucho más, niña bella,
Tienes el deber de recapacitar:
¿Tienes el fulgor de esa Estrella,
O sólo es un brillo que ha de pasar?

Porque tu Estrella eternamente
En mi corazón, alumbra y brilla…
Si nuestro Amor inevitablemente
Me recuerda que has de ser mía.

Amor en otra vida

Si la esencia trasciende y es duradera,
Tengo lo más bello, lo que más ansío...
No importa si es de él tu rubia cabellera,
Si el misterioso azul de tus ojos es mío.

Si en la vida no dura nada lo material,
Pobre de él que solo tiene tu figura;
Mientras yo tengo acceso al manantial
De donde irradia belleza tu dulzura.

Si él tiene, niña mía, tu silueta poetisa,
Yo tengo aún más: yo tengo tu Alma…
Si él posee, hermosa, tu linda sonrisa,
Yo tengo tu Amor, tu Cariño, tu Calma.

Cada vez que te veo a ti, linda mujer,
Comprendo toda esta gran ironía…
Y así, me siento tranquilo al saber:
Tu cuerpo es de él, pero tu Alma es mía.

Solo con tu Alma ya tengo gran suerte,
Porque es eterna, pura y empedernida…
Y mañana cuando nos silencie la muerte,
Tendremos, tu y yo, amor en otra vida.

¿A dónde fueron?

¡Cómo se han pasado los momentos!,
¡Cómo se deteriora el Amor mismo!;
¡Cómo fueron a morir los sentimientos
A los brazos del materialismo!

¡Cómo se pierde toda esa belleza
Que la vida nos ha heredado!
¡Cómo se propaga tanta maleza
Y se apodera de nuestro pasado!

Se ha alzado a luz la virtud patética
De creer que todo es superficial;
Se ha ido corrompiendo la estética,
Y se ha secado nuestro manantial…

¿Qué paso con aquellas damiselas
Que esperaban serenata a su balcón?
¿Qué pasó con los lirios, las candelas,
Que alumbraban cada ilusión?

¿Cómo pudo ser alguien tan vil
Para hurtarle su luz a la luna?
¿De dónde salió ese vicio hostil
De matar las musas una a una?

¿Quién se atrevió a destruir el imperio
Que posee toda la naturaleza?
¿Quién pudo quitarle el misterio
Que se oculta de tras de la belleza?

¿Qué pasó con los sueños fragantes
Que traían toda aquella beldad?
¿Qué le ha pasado a Cervantes,
Que ya no goza en la eternidad?

¿Y los cuadros de Dalí? ¿Do están?
¿Qué pasó con sus pinturas y grandezas?
¿A dónde fueron las tonadas de Chopin?
¿Se han perdido ya sus piezas?

¿Dónde quedó aquella sonrisa
Que pintaba la faz de quien vivía?
¿Quién le quitó a la Mona Lisa
Todo el misterio que en ella había?

¿A dónde fue Apolo con su Lira?
¿A dónde fue el arco de Cupido?
¿Porqué es que Venus ya no suspira
Aquel cantar del Ruiseñor bruñido?

¿Qué se hicieron tantos trovadores
Que cantaban de la vida sus dulzuras?
¿A dónde fueron retratistas y pintores
Que llenaban los salones con pinturas?

¿Sería el mismo que mató el verdugo
Aquél que silenció las voces del Amor:
Las de Shakespeare, Wilde, Victor Hugo,
Neruda, Unamuno, Storni y Campoamor?

¿A dónde se fueron tantos escultores
Que daban al mundo su arte y su estilo?
¿A dónde fueron esos locos soñadores
Que hicieron El David y La Venus de Milo?

Bécquer, Unamuno… ¿Qué fue de ellos?
Si ayer fueron fuente pura de la Deidad…
Y hoy, no son mucho más que destellos,
Olvidados en la inmensidad…

¿Y Mozart y Beethoven?, ¿Fue su fin?
¿A dónde han llevado la 5ta sinfonía?
Antes se tocaba la Sonata del Violín…
Ahora suena el Preludio de Melancolía.

Y así, poco a poco, se fueron yendo
La Princesa, el cisne, el cuento de Hadas;
Poco por poco, se fueron muriendo
Las mariposas, el arcoíris; épocas doradas.

Y se fue Don Quijote, ya desahuciado
A hacerse a otro lado una nueva ilusión;
Partió Don Juan, un tanto desolado,
Herido mortalmente del corazón.

Y se fue Góngora, y llevóse su semilla,
Junto a Lope, que, asimismo se fue;
Y, junto a Bach, se fue también Zorrilla,
Y se fue Santa Teresa, pues perdió la fe.

Y se fue Picasso, tomando su pincel,
A pintar a otro lado con dolo rotundo…
Y partió El Campeador, en su corcel
A batallar en las Españas de otro mundo.

Y se fueron una a una las pequeñas cosas,
Aquellas cosas que valen en realidad:
Un abrazo, una sonrisa, un ramo de rosas;
Aquellas de la verdadera felicidad.

Y se fueron las letras huyendo con miedo,
De ser capturadas por tanto hastío;
Y así, Einstein reemplazó a Quevedo,
Y quedóse Newton en vez de Darío.

Y, así pasó; y la mente no iba notando:
Que se desaparecía el Arte antaño…
Mientras la tecnología iba anestesiando
A cada quién que caía en su engaño.

Y la ciencia desmanteló el Arte y su fortuna:
La física contradijo el vuelo de El Principito,
Y La Astronomía dejó la pobre Luna Luna
De Lorca, olvidada y oculta en algún rinconcito.

Dijo la Biología que somos de carne y hueso,
Pues nunca hemos sido hombres de maíz;
Y dijo la Astrología: “la luna no es de queso”,
Aquella luna misma de El Príncipe Feliz.

Doctores afirmaron: “No existe la eternidad,
Y, por lo tanto, el hombre no vive lo suficiente”;
Y de este modo, cien años de soledad,
Se fue olvidando en el tiempo consiguiente…

Antropólogos afirmaron que nadie es dueño
De su propio destino, contrario a Machado;
Psicólogos dijeron que la vida no es sueño
Y Pedro Calderón de la Barca fue olvidado.

Historiadores aseguraron que no existió
Ni Romeo ni Julieta, ni su amor perfecto.
Y, para arremeter, la medicina desmintió
La idea que en el corazón está el afecto.


Botánicos aseveraron, de forma insensible:
“deshojar la margarita no revela fortuna”;
Dijeron matemáticos, que era imposible
Que dos personas pudieran hacer una.

Y dijo Darwin que el Alma no existe,
Y dijo Freud que sólo es físico el placer,
Y dijo Arquímedes que el hombre consiste
De hidrógeno, oxígeno y carbón al nacer.

Y dijo Pascal que los ojos no son ventanas,
Y dijo Clemenceau: “nadie muere de amor”;
Y dijo Copérnico que el alba en las mañanas
Es un efecto refractivo, que produce el color.

Y tanto conocimiento se vino de un sólo,
Pues nadie supo, nunca, cómo usarlo bien.
¡Oh pobre corazón, te has quedado solo!,
¡Solo entre la soledad, solo entre el desdén!

Y de tantas historias que hemos tenido,
Y entre tantas batallas que hemos triunfado,
Nada tenemos si dejamos al olvido,
La historia de un mundo Enamorado.

Así pues, os exhorto, a vosotros lector
A haceros la siguiente interrogación:
¿A dónde fue la humanidad, el Amor,
y esos detalles que vienen de corazón?

Porque a veces cuesta, cuesta ver atrás;
Cuesta ver al pasado por miedo intransigente…
Cuesta pues existe la posibilidad, quizás,
Que el pasado sea mejor que el presente…

Pero trata todo de afrontar los miedos,
Trata todo de vivir siempre buscando
Alguna manera de salir de los enredos,
¡Para vivir la vida al máximo, soñando!

Y pues, a la larga, el Arte y la Ciencia
Son de inigualable complementación;
Una es la extensión la conciencia,
Y otro es la extensión del corazón.

¿Por qué pelearse desde un comienzo?
¿Por qué separa así repentinamente?
¿Por qué no unirse y hacer un consenso,
que ambas sean una: el alma y la mente?

Porque somos humanos y somos sin iguales,
Y tenemos mente y alma, para ser diferente;
Y esa mente y alma, nos diferencia de animales,
¡Hagamos un balance, balance mutuamente!

¡Regresemos las mujeres, y sus cortesías,
Con sus fragancias, sus tocados y beldad!
¡Traigamos los hombres y sus galanterías,
Su lealtad, su romance, su caballerosidad!

¡Revivamos el arte extinto de cantar en vida,
Del trovar, del danzar, del disfrutar los días!
¡Retomemos el arte mismo, que no se olvida,
De soñar, de ilusionar, de amor y fantasías!