Si la esencia trasciende y es duradera,
Tengo lo más bello, lo que más ansío...
No importa si es de él tu rubia cabellera,
Si el misterioso azul de tus ojos es mío.
Si en la vida no dura nada lo material,
Pobre de él que solo tiene tu figura;
Mientras yo tengo acceso al manantial
De donde irradia belleza tu dulzura.
Si él tiene, niña mía, tu silueta poetisa,
Yo tengo aún más: yo tengo tu Alma…
Si él posee, hermosa, tu linda sonrisa,
Yo tengo tu Amor, tu Cariño, tu Calma.
Cada vez que te veo a ti, linda mujer,
Comprendo toda esta gran ironía…
Y así, me siento tranquilo al saber:
Tu cuerpo es de él, pero tu Alma es mía.
Solo con tu Alma ya tengo gran suerte,
Porque es eterna, pura y empedernida…
Y mañana cuando nos silencie la muerte,
Tendremos, tu y yo, amor en otra vida.
Cuando se descubre la magia de la vida, esa magia misma que nos hace soñar, llegamos a recónditos manantiales de belleza, fantasía e ilusión. Nadie, jamás, pudo nunca eliminar esa fuente eterna de la "juventud, divino tesoro" y nadie, nunca, podrá quitarnos ese legado de Amor que hemos heredado, esas fragancias que ha dejado el Amor en nuestro paso, porque, pues, el Amor es algo más...
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Recorriendo la Poesía
"No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía."
Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer
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