Vienes caminando hacia mí;
me pongo nervioso,
el aire lleva tu esencia
y un frío silencioso
se apodera de mi presencia,
mientras pasas por aquí.
Poco a poco, caminamos,
paso a paso sin parar,
la luz refleja el divino
mar azul de tu mirar,
que ilumina mi camino
entre más nos acercamos.
Te acercas desapercibida,
yo me acerco moribundo
a quien yo quiero querer;
caigo al vacío profundo
de volver a entender:
¡Que hay luz en mi vida!
El instante es eterno,
tu figura es cerámica;
viene a mí en su trayecto
tu silueta aerodinámica,
tu perfil, puro y perfecto
y tu regocijo dulce y tierno.
Tú alzas la mirada,
escondida tras tu cabello
y se cruza con la mía;
¡Qué fulgor! ¡Qué destello!
¡Qué muestra de poesía,
sublime, pura, dorada!
Y nos miramos un segundo
quizá dos, quizá diez;
clavada en mí tu pupila
responde todos mis porqués,
esa mirada honda y tranquila
que ilumina mi mundo.
¡El tiempo pasa lento!
¡Estas cerca pero distante!
¡Pero tu mirada vio la mía!
¡La vio tan solo un instante,
y supiste que yo existía
e iluminaste el momento!
Vienes sin notar el dolor;
y recibiendo lo que das,
me dejas hipnotizado…
Me pregunto si sabrás
que vas a pasar al lado
de quien muere tu Amor.
Y dejas a este mendigo
que por Amor pide piedad,
y por tu Alma limosnea
para tener de tu voluntad.
Me pregunto si tienes idea
que llevas mis sueños contigo.
Y pasó el incendio voraz.
Lo que parecía eterno,
de primavera pasó
a un soplo de invierno;
que opacó y despintó
los colores de tu faz.
Y se fue la fugacidad.
El tiempo fue carcomiendo
tu imagen en mi memoria,
y tu Alma se fue yendo
de mis días, de mi historia,
dejándome en soledad.
Pero tu Alma se gana
lo que otras no han podido;
solo es de esperar un poco
y recuperar lo perdido…
¡Alegrarás este corazón loco
a esta hora, aquí, mañana!
Cuando se descubre la magia de la vida, esa magia misma que nos hace soñar, llegamos a recónditos manantiales de belleza, fantasía e ilusión. Nadie, jamás, pudo nunca eliminar esa fuente eterna de la "juventud, divino tesoro" y nadie, nunca, podrá quitarnos ese legado de Amor que hemos heredado, esas fragancias que ha dejado el Amor en nuestro paso, porque, pues, el Amor es algo más...
Páginas
Recorriendo la Poesía
"No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía."
Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer
No hay comentarios:
Publicar un comentario