Tú caminas, bien vestida,
con un vestido de lino…
Yo soy caminante que camina
haciendo su destino…
Yo camino, por la vida,
y al camino desatino…
Y así tú, inadvertida,
caminaste en mi camino.
Y así, a mí viniste,
poco a poco, así, entraste…
Lentamente estuviste
creando un contraste
en mi corazón que viste,
el Alma que me dejaste.
Y ya nunca tú te fuiste,
para siempre te quedaste.
Yo caminé sin notar
que tú habías caminado
en mi camino. Al pasar,
entraste sin haber avisado.
Noté que te ibas a quedar…
Desde entonces has estado,
junto a mí al caminar,
siempre así, siempre a mi lado.
Cuando se descubre la magia de la vida, esa magia misma que nos hace soñar, llegamos a recónditos manantiales de belleza, fantasía e ilusión. Nadie, jamás, pudo nunca eliminar esa fuente eterna de la "juventud, divino tesoro" y nadie, nunca, podrá quitarnos ese legado de Amor que hemos heredado, esas fragancias que ha dejado el Amor en nuestro paso, porque, pues, el Amor es algo más...
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Recorriendo la Poesía
"No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía."
Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer
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