Soñar cada día
Al compás de la vida
Por creer que lo sueños
Se hacen realidad…
Pensar ser los dueños
De la primavera,
Dulce y placentera,
De la eternidad.
Cantarle baladas
al misterio del Alma
por, así, ilusionarse
con otro sentimiento;
Quererse, Besarse,
con nuevo panorama,
prender fuego a la llama,
prenderle a fuego lento.
Vivir en otro mundo
Ajeno y excluso,
Con fuerzas superiores
A las del mismo mar…
Creer que los colores
Son una misma magia,
Como quien presagia
El arte de amar.
Pensar al corazón
cual fuerza superior,
tan grande como el cielo
que ni en el cielo cabe…
Tener todo el consuelo
del sol y su calor…
Así es el Amor,
quien lo probó, lo sabe.
Cuando se descubre la magia de la vida, esa magia misma que nos hace soñar, llegamos a recónditos manantiales de belleza, fantasía e ilusión. Nadie, jamás, pudo nunca eliminar esa fuente eterna de la "juventud, divino tesoro" y nadie, nunca, podrá quitarnos ese legado de Amor que hemos heredado, esas fragancias que ha dejado el Amor en nuestro paso, porque, pues, el Amor es algo más...
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Recorriendo la Poesía
"No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía."
Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer
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